Alejandro González es reconocido por preservar las costumbres ancestrales del pueblo de Toconao en San Pedro de Atacama. Sus presentaciones artísticas se reconocen en su música tradicional y sus tallas en piedra pómez, y sus esculturas se encuentran por toda Tierra Atacama.

Las esculturas y figuras de Alejandro no sólo representan animales, casas y objetos de la cultura atacameña; también simbolizan un oficio tradicional en Toconao, una pequeña localidad de San Pedro de Atacama. Su importante obra lo llevó a ser reconocido como Tesoro Humano Vivo de la UNESCO en el año 2011, por el gobierno de Chile, a través del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

Los volcanes, como el Licancabur, son parte esencial del paisaje atacameño, por lo que la piedra pómez o "liparita" es muy abundante. Toconao es un pequeño pueblo situado en la precordillera andina, en medio del desierto más árido del mundo, cerca del Salar de Atacama. La palabra "toco" significa "roca" en la lengua nativa kunza.