Enclavados en el desierto de Atacama, conocido por ser el más árido del planeta, somos pioneros en soluciones innovadoras para salvaguardar el impresionante paisaje que nos rodea.

Una piedra angular de nuestros esfuerzos es el establecimiento de una planta fotovoltaica de vanguardia. Aprovechando nuestra ubicación estratégica, 588 paneles solares, un robusto sistema de baterías y el amplio depósito de energía solar, reducimos significativamente nuestra huella de carbono al tiempo que satisfacemos la demanda energética del hotel durante una media de 12 horas diarias. El impacto se percibe al instante, lo que se traduce en una reducción del 50% del consumo anual de gasóleo.