En este artículo, la ilustradora Antonia Reyes nos cuenta su experiencia observando aves en el desierto de Atacama y nos muestra su proceso creativo para interpretar la naturaleza en sus obras.

Sobre mi mesa hay un despliegue de papeles y muestras de color. Pinceles de todos los grosores, acuarelas repartidas y algunas paletas de cerámica ya tienen las mezclas listas para empezar a pintar. También hay una importante carpeta de fotos que tomé sobre el terreno, incluso algunas plumillas que conseguí reunir para tener algunas muestras táctiles como referencia.

Estoy sentado a la mesa, pero mentalmente voy y vengo entre mi estudio y el vívido recuerdo de aquella mañana frente al Bofedal de Machuca. Prismáticos en una mano, cuaderno en la otra, cámara colgada del cuello y una mirada deslumbrada. En parte por la luz, en parte por la belleza.